Inauguración:sábado 29 de julio; 20:30 horas.
Sábado 29 de julio de 20:00 a 22:00
y domingo 30 de julio de 12:00-14:00 horas.
y todos los días de fiestas entre el 6 y 13 de agosto,
en horario de 20:00 a 22:00 horas.
En 1989, Ángel Iñiguez pone el punto y final al poemario que llevaba escribiendo nueve meses. En él había volcado la vida de muchos hombres y mujeres bardeneros por necesidad y subsistencia, todos ellos toman voz en el personaje de Maíximo Espigas y su familia. El manuscrito original, escondido en algún cajón de su escritorio y solo conocido por los más íntimos, tardó en ver la luz ocho años. Hoy podemos dar gracias a quien lo escribió y a quienes de una u otra manera apoyaron su publicación, pues nos dejan a todos los Arguedanos un pequeño tesoro en el que leer nuestra historia. Con el tiempo, los libros pasan a quedar en algún rincón de la estantería , en una caja olvidada. Sí, se los recuerda, pero de una forma vaga. Años después, en un gesto de lo más intrascendente alguien lo desempolva, abre sus páginas y vuelve a escuchar su música, la magia de esas palabras escritas desde el corazón por ese trasmisor del conocimiento colectivo de un pueblo entero apoyado en las historias y recuerdos de su propio padre y de muchos otros ancianos de la localidad . En éste pueblo, como en otros muchos pueblos como éste, poblado de gentes humildes, la historia no se cuenta por hitos a bombo y platillo; sino que es narrada de boca en boca, es recordada por quienes la vivieron y es trasmitida por personas como Ángel Iñiguez que con gran sensibilidad, conocimiento y alma poética deja, como él mismo dice, que se escriba a través de él por gracia divina.
Pero no es el único, precisamente una de las peculiaridades de éste libro es la participación en él de otros dos célebres arguedanos : Antonio Loperena, el pintor, con pluma en mano es quién ilustra la vida de Maíximo y su gente en ese duro verano en la bardena, espigando las cuatro “cogotas de trigo” que se han dejado al cosechar la mies ; y Ángel Jiménez Mendigacha , el historiador, escribe el prefacio del libro sabiendo bien de lo que habla y capaz de ponerse en la piel misma del poeta, del protagonista y de todo el pueblo. “ Sabedor” él, como buen historiador, de la labor que aquí se está llevando a cabo. En pueblos como el nuestro, humildes en su día a día, de gentes sencillas, trabajadoras y afables…. La historia es escrita en clave de vecino. Y es gracias a vecinos como éste poeta, éste pintor y éste historiador como llega a nosotros. Con su obra en forma de verso, coplillas, dibujos, pinturas, recopilaciones de testimonios, de archivos maltrechos, de voces y palabras escuchadas con atención a esos nuestros mayores a los que reverenciaban por su sabiduría y experiencia nos dejan un legado cultural incalculable, pues si no se hubiesen recogido esas voces, y mostrado esa forma de vida hoy tan lejana, lo hubiésemos perdido. Gracias a ellos las generaciones de hoy podemos vislumbrar, conocer y reconocer de donde venimos, quienes nos precedieron, cuales son nuestros orígenes para que comprendamos mejor quienes somos. La exposición “Con AAA de Arguedas” no pretende otra cosa que ser un merecido homenaje y reconocimiento a estos tres vecinos ya difuntos: Ángel Iñiguez, Ángel Jiménez Mendigacha y Antonio Loperena tomando la historia de un espigador y su familia durante todo un verano en la ardua Bardena de entonces, como hilo conductor y recuerdo de aquel tiempo pasado al que tanto debemos hoy.
Sol Aragón.