TRES VALORES DE ARGUEDAS EN EL BALONMANO NAVARRO

Las hermanas Amaya y Andrea Falguera, y Unai Álava brillan de Arguedas en sus equipos y en las selecciones

Las hermanas Amaya y Andrea Falguera Navarro, y Unai Álava Artuch son tres jóvenes de Arguedas que brillan en el balonmano de Navarra. Los tres forman parte de las selecciones infantil y cadete, camiseta que han defendido con un alto nivel. Además, Amaya Falguera ha sido convocada en dos ocasiones para entrenar con la selección española.
Amaya Falguera tiene 14 años y Andrea, 12. Ambas residen en Burlada con sus padres Luis Javier y Araceli. Amaya estudia en el Instituto Ibaialde y Andrea en el colegio Hilarión Eslava. Defienden los colores del Malkaitz, en las categorías infantil y alevín, respectivamente.
En la familia Falguera-Navarro de Arguedas el balonmano se vive intensamente. La madre tuvo una gran repercusión para que ambas hijas se aficionasen por este deporte. Araceli trabajaba en el polideportivo Elizgibela. “Fuimos a ver un partido y me gustó. A partir de ahí comencé a jugar en el colegio”, decía Amaya, quien también influyó después en la afición de su hermana Andrea.
Cinco años
Amaya dice que no es difícil la práctica del balonmano, “una vez que conoces las reglas”, y afirma que no le importaría dedicarse a jugar como profesional. “El Itxako ha sido un referente los tres últimos años y lo ha potenciado principalmente en el aspecto femenino”.
Lleva 5 años jugando y en los tres últimos ha estado en la selección de Navarra en las categorías infantil y cadete, siendo de las más jóvenes. Es lateral izquierda y su hermana Andrea juega de pivote. Ambas son forofas del Barcelona.
Amaya logró la medalla de bronce con la selección Navarra el año pasado y este año siendo infantil se suspendió la competición nacional por falta de presupuesto y ha acudido al campeonato de España con la selección navarra cadete.
También ha estado convocada con la selección española infantil en Burgos y Getafe, aunque no llegó a jugar partido oficial. “La experiencia fue muy bonita, pero dura”, señaló. Hay que tener en cuenta que entrenaba todos los días de la semana, de lunes a viernes, mañana y tarde, dos horas y media en cada sesión. “Llegué a perder 6 kilos en una semana”.

Una central fuerte esta joven de Arguedas

Andrea es tímida. Es su primer año y ha jugado en la categoría alevín, aunque en el sector de España participó con el equipo de su hermana en la categoría infantil. Su puesto de central es duro. “Lo vive con mucha ilusión, es fuerte”, decía su padre.
No se arruga en una posición difícil para defender y atacar, donde se bloquea con la espalda, nunca con los codos. “Con dos años menos ha jugado el sector con el equipo de su hermana en Castro Urdiales. Fueron segundas tras Cataluña. Es una gran defensa”, añadió Luis Javier.
Ambas recordaban la foto que se hicieron con Cañeillas, jugador del Atlético de Madrid, en el Anaitasuna. Amaya y Andrea disfrutan con el deporte y los estudios. “Es muy bonito compartir equipo con una hermana”, comentó Andrea.
Cascante-Arguedas
Unai Álava Artuch, de 16 años, es hijo del cascantino Emilio Álava y Mariola Artuch de Arguedas, pero se considera “muy arguedano”. Tiene una hermana menor, Ane, vive en Pamplona con su familia y pertenece al equipo del Txantrea, donde lleva siete temporadas. Este año ha militado en la categoría cadete.
Mide 1,80 metros, pesa 77 kilos, juega en el puesto de central y el gol se le da bien. “Somos un equipo del barrio, no podemos aspirar al título de liga, pero ganas le echamos”. “El balonmano me gustaba de siempre, pero me empezó a entusiasmar cuando iba a ver los partidos del San Antonio con unos amigos”, comentó.
Con Amaya Falguera ha coincidido en algunas convocatorias de las selecciones navarras y asegura que no es fácil llegar. “Al nivel que se juegan los partidos no se puede aguantar en la pista más de 15 minutos”, afirmó.
Es consciente de que estar convocado por la selección española es difícil “porque en ese equipo todos son ‘txopos’ de 1,90 metros”. “No sé si algún día llegaré a jugar, pero mi intención es seguir adelante sin ponerme metas concretas”.
Le gustaría poder dedicarse profesionalmente al balonmano. “Sería bonito jugar en Primera Nacional, o en la máxima categoría, aunque ahora lo primero son los estudios”.
Ve cómo el balonmano de Navarra ha ido a peor en los últimos años con el descenso del San Antonio y los problemas económicos del Itxako, “pero hay que ser optimistas y el Anaitasuna lo está haciendo muy bien con su cantera”, concluyó.