El nuevo secretario de Arguedas

 

Raúl Echarri, un hombre entregado de lleno a su trabajo

Natural de Estella, de 39 años, recorre todos los días 172 kilómetros entre Ayegui y Arguedas

“Llevo un año y tres meses en Arguedas y me encuentro muy a gusto”

“Los trabajadores, alcalde y concejales me han ayudado mucho y estoy muy agradecido”

“Tengo que hacer que las cosas funcionen y conseguir el mejor servicio con el menor costo”

“Me encontré un puesto de trabajo muy ordenado y organizado. Ramón es una persona muy metódica”

“Existe una buena relación entre el personal y eso es importante para que el ayuntamiento funcione”

Raúl Echarri Jiménez ejerce de secretario en el Ayuntamiento de Arguedas desde abril de 2013. Natural de Estella, de 39 años, casado y padre de dos hijas, Claudia, de 4 años, y Sofía, de 10 meses, recorre a diario 172 kilómetros para cumplir con su trabajo. Reside en Ayegui, un pueblo de 2.400 habitantes de Tierra Estella, a 86 kilómetros de Arguedas. Es vecino de los padres del futbolista internacional navarro Javi Martínez, y en Tudela tiene fijada su segunda residencia (su mujer es tudelana) cuando su jornada laboral se prolonga, con plenos o comisiones, pasadas las diez de la noche.

Licenciado en Derecho, forma parte de la primera promoción de la UPNA, hace 21 años, cuenta con varios Másters en abogacía y más de 25 cursos jurídicos de la Federación Navarra de Municipios y Concejos y del Instituto Navarro de Administraciones Públicas. Puede decirse que su preparación en este campo profesional es muy grande. Recuerda con entusiasmo el nacimiento de su segunda hija en el hospital García Orcoyen de Estella, ya siendo secretario de Arguedas. “Nació en septiembre y me hizo muchísima ilusión recibir  un ramo de flores de mis compañeros de trabajo de Arguedas. Fue el primer detalle que nos llegó cuando apenas llevábamos 20 minutos en la habitación con nuestra segunda hija”.

¿Nos cuenta su vida laboral hasta ahora?

Arguedas es el octavo ayuntamiento en el que ejerzo como Secretario. He estado en los ayuntamientos de Villatuerta, Falces, Aguilar de Codés, Barañain, Castejón, entre otros, sustituyendo a sus secretarios por bajas maternales o por enfermedades.  En Arguedas se jubiló Ramón Muruzábal y aquí llegué. Llevo año y tres meses y me encuentro muy a gusto.

¿Cómo encontró el ayuntamiento arguedano?

Con Ramón mantengo una buena relación; cada dos o tres semanas nos tomamos un café juntos manteniendo una relación profesional, y también de amistad. Siempre lo he dicho en público y en privado que encontré un puesto de trabajo muy bien ordenado y organizado.  He estado en ayuntamientos en los que el archivo y el inventario son un desastre. Sin embargo, Ramón lo dejó al día, siendo muy fácil de encontrar los expedientes. Puedo decir que me ha evitado mucho trabajo de principio.

¿Ha tenido algún problema en este tiempo?

Problemas los hay, como en todos los sitios. Es un puesto público y como tal llegan problemas, pero no son diferentes a los que me he encontrado en otros municipios. Sí puedo decir que en otros ayuntamientos hay mal ambiente entre miembros de la plantilla municipal, y aquí es todo lo contrario. Existe una buena relación entre los trabajadores y eso es importante. Lo mismo con el alcalde y los concejales. Desde el primer día me han ayudado, siempre han estado pendientes y es de agradecer.

¿Esto supone que el trabajo sea más eficaz?

Por supuesto, para todos y en todos los sentidos. Siempre hay un periodo de adaptación cuando llegas a un sitio nuevo, pero aquí he tenido una gran ayuda por parte de todos.

¿Cuál es su horario de trabajo?

Todas las mañanas de lunes a viernes y algunos sábados también. Muchas tardes estoy en mi despacho cuando hay que preparar plenos, que son trimestrales, o comisiones informativas. Los secretarios de los ayuntamientos  no solemos fichar, tenemos un horario flexible, y trabajamos más horas de las establecidas en el convenio laboral. Ramón también las hacía porque así es nuestra profesión. Es una profesión dura que, sin embargo, nos encanta y la ejercemos con gusto.

¿Será un secretario de largo tiempo como lo fue su predecesor?

Por mí sí. Estando aquí me han ofrecido trabajar en otros ayuntamientos y los he rechazado. Si no me he ido es porque me encuentro muy a gusto. Y lo que me ha llevado a rechazar dichas ofertas es la buena relación que mantengo con todo el personal.

¿Su labor es similar a la de un gerente de empresa?

Vengo de la empresa privada. Llevo tan sólo cinco años en la administración pública. En el Ayuntamiento hay una jerarquía y aquí el jefe es el alcalde. Pero esa persona no puede llegar a todo y tiene que delegar tareas. En este caso ese ‘gerente’ es el secretario y mi función es que las cosas funcionen. Hay que hacer frente a los problemas que surjan y debe  darse solución; que cada uno en su puesto de trabajo sepa lo que tiene que hacer y lo cumpla; y, por supuesto, coordinar todo. Nuestra labor es de gerencia y coordinación porque hay un montón de tareas jurídicas, económicas, de personal , atención al público…  Todo tiene que funcionar de la manera más rápida y eficaz. Hay que conseguir el mejor servicio con el menor gasto.

¿Qué le parece la gente de la Ribera?

Mi mujer es de Tudela, y es también una de las razones por las que me quedo en esta merindad. Estuve en Castejón y el carácter de la gente de aquí es diferente al de la zona del norte, donde he trabajado. Los riberos son gente más abierta, más dialogante, y ese carácter me gusta; son más roceros, por llamarlo de alguna manera. Aquí enseguida te dicen lo bueno y malo a la cara, y eso me gusta. No lo cambio.

¿Qué impresión le ha causado nuestra localidad?

Me gustaría estar más en la calle pero los papeles me pueden. He paseado por las calles porque hay que conocer el entorno y a su gente; eso te ayuda a resolver los expedientes. De los vecinos me choca el entusiasmo, la participación,  sus inquietudes. En Arguedas, el ayuntamiento se vive muy cerca, los vecinos suben a hacer consultas, a opinar y se agradece que haya esa participación. En otros pueblos consideran el ayuntamiento más alejado. En Arguedas hay cosas muy positivas, aunque también encuentras algún vecino que no entiende que se le diga que no a sus solicitudes. Pero eso es el 3%. Que del 100% de los vecinos haya dos o tres a los que no les gustes ni en lo personal ni en lo profesional, es algo minoritario. Entiendo esas críticas porque estamos en un puesto en el que se toman muchas decisiones y es normal recibirlas. Pero con la gran mayoría, ese otro 97 %, estoy muy contento.

¿Le veremos en fiestas por Arguedas?

A ver cómo nos organizamos con la familia. El domingo en la fiesta del patrón por supuesto que estaré, e intentaré quedarme algún día más a comer. Creo que me he ganado algún día de fiesta. Llevamos trabajando mucho y, por supuesto, que me apetecería divertirme y relajarme un poco. La familia es importante y con niñas pequeñas tengo que estar con ellas el tiempo libre. Por supuesto que me gustaría compartir más tiempo y alguna copa con los vecinos de Arguedas, pero… Las veces que he acudido a comidas o a actuaciones me he encontrado muy a gusto.