La parroquia de San Esteban se reabre al culto

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Arguedas, Domingo 30 Octubre 2022

 

Ha estado cerrada dos años y medio por las obras de rehabilitación para consolidar el templo

Los feligreses arguedanos asiduos a asistir a los actos religiosos están felices y contentos por la reapertura de la parroquia de San Esteban, tras finalizar las obras de rehabilitación que han servido para consolidar el templo de la villa ribera. Obras que se han prolongado durante dos años y medio por los graves problemas que sufría el edificio construido sobre un suelo muy inestable por su contenido en arcilla y yesería, principalmente.

Los trabajos, iniciados en mayo de 2020, comenzaron con la estabilización del edificio, que presentaba una enorme grieta en la pared, que apareció hace 12 años al estar cediendo la torre por su enorme peso y arrastrar al resto del edificio, que con el paso del tiempo amenazaba con hundirse. Después se procedió a la reparación de las grietas detectadas en muros y bóvedas, y a la reforma del suelo y paredes de la iglesia, entre otras actuaciones.

La reapertura tuvo lugar el pasado domingo 30 de octubre con una ceremonia presidida por el arzobispo de Pamplona, y obispo de Tudela, monseñor Francisco Pérez, quien estuvo acompañado por el párroco de Valtierra y Arguedas, José Miramón Martínez, y hasta 30 sacerdotes más entre los que se encontraban los anteriores párrocos que pasaron por Arguedas así como religiosos de la localidad.

A la cita también asistieron miembros de la corporación municipal presidida por su alcalde José María Pardo Ayala y los niños y niñas comulgantes de los años 2020, 2021 y 2022, que celebraron su comunión durante las obras de esta parroquia. Estos niños entraron al templo portando una imagen del papa san Pablo VI, al cual se le encomendó en oración la obra.

Los bancos de la parroquia fueron insuficientes para acoger sentados a los numerosos fieles que se concentraron en el acto religioso. In situ pudieron comprobar, además, la nueva y bella imagen que se le ha dado al templo. La nueva entrada al edificio se hace ahora por el arco de la parte este (desde 1718 o poco tiempo antes según los escritos se habilitó en la parte sur), recuperando su entrada natural de esta tercera parroquia de San Esteban, que comenzó a construirse en 1560 y cuyas obras, con la torre adosada, concluyeron en 1612.

José Miramón detalló las obras que se han llevado a cabo en esta rehabilitación tan importante que se le ha hecho a la parroquia, y agradeció la colaboración, ayuda y préstamo que ha recibido del Arzobispado para financiar las obras, todavía sin finalizar, que supondrán un coste de más de 3 millones de euros y los donativos que se han ido recogiendo en los últimos años con aportaciones individuales, de familias o empresas.

Al finalizar la misa, la jotera arguedana Mari Cruz Alegre entonó una jota alusiva a la parroquia de San Esteban, después el arzobispo descubrió una placa en la pared de la entrada principal colocada por la Junta parroquial y en nombre del pueblo de Arguedas en agradecimiento a la labor realizada por el párroco José Miramón para poder llevar a cabo la restauración del templo. En esa misma zona, se colocaron varias mesas donde se sirvió un aperitivo para los asistentes con bebidas y pastas dulces.

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Agradecimientos

La junta parroquial en nombre de todo el pueblo de Arguedas hemos querido mostrar nuestro agradecimiento por el apoyo, atención y ayuda prestados tanto por nuestro Arzobispo D. Francisco, el ecónomo de la Diócesis D. Carlos y el M.I. Ayuntamiento de Arguedas con la impresión de sus respectivos escudos en las vidrieras de nuestra renovada parroquia.

Por otra parte, conociendo los sufrimientos, desvelos, esfuerzos, quebraderos de cabeza de nuestro párroco hemos colocado en el pórtico una sencilla placa conmemorativa en agradecimiento, que a continuación descubrirá.

 

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Discurso del párroco D. José Miramón

Querido D. Francisco, hermanos sacerdotes, fieles todos de Arguedas y los que nos acompañáis de otros lugares.

Como sabéis la obra de este templo ha sido larga en el tiempo y compleja. Desde hace 12 años se viene analizando con mediciones, testigos y sondeos la gran grieta en el muro sur que manifestaba un fallo estructural del edificio. Como resultado de éstos, se concluye que es la torre la que se inclina arrastrando los muros y las bóvedas de la iglesia. Este movimiento se produce desde los inicios, de hecho, en el chapitel que corona la torre ya se aprecia una corrección en su construcción, debido a que está asentada sobre un suelo arcilloso con yesos.

El 4 de mayo de 2020 comenzaron las obras de recalce del templo. Se colocaron 114 micropilotes a unos 25 metros de profundidad. Una vez consolidada, el suelo del edificio quedó completamente dañado por la acción de las máquinas. Se vio el momento adecuado para aislar y evitar humedades, poniendo una solera ventilada y renovando los conductos de calefacción.

Por otra parte, era necesario pintar la iglesia ya que sus paredes estaban muy estropeadas y oscurecidas por el humo de las máquinas. Para ello, se colocó un inmenso andamiaje en todo el interior del templo y entonces se descubrió el gran problema que había en las bóvedas con grave riesgo de colapso, inapreciable desde abajo.

Ya hace unos cuarenta años el arguedano Ángel Jiménez Mendigacha escribió en su libro “Retazos históricos, vocabulario de Arguedas” de 1986, hablando de la iglesia San Esteban:  “próximo a la peña se yergue majestuoso este templo, muy quebrantado por su grave enfermedad llamada 426 años y que pronto llegará a la postre de su existencia si no se le pone remedio urgentemente: muchas son las grietas de sus muros y preocupante el estado ruinoso de su bóveda”. Después de esta publicación, en posteriores arreglos se taparon con yeso las grietas por lo que se ocultaba la gravedad a nuestros ojos.

Desde el andamio se pudo ver la ruina que había en las bóvedas, en algunas zonas con un desplome de unos 10 cm, siendo el grosor de la bóveda de 12 cm. Sin saberlo estábamos corriendo un grave peligro. Durante las obras se hundió un trozo de la bóveda de la sacristía. También los muros ocultaban grandes grietas y para sanearlos hubo que desmontar todos los retablos menos el del altar mayor. Tanto las grietas de las bóvedas como las de los muros han sido infiltradas a 5 kilos de presión con un material especial traído de Italia.

Por otra parte, tanto las escaleras de la torre en varios tramos como el entablamento donde se alojan las campanas amenazaban ruina. Ha sido necesario intervenir y hacer un acceso nuevo, aunque en estos momentos está sin concluir.

Otro imprevisto con el que tampoco contábamos era la ruina del coro. No se detectaba porque estaba sujeto con la cancela de madera de la entrada. Al retirarla, se vio el peligro de desplome. Hubo que apuntalarlo, junto con el órgano, hasta su arreglo. También estaban a punto de caerse los tejados de la capilla bautismal y la que a partir de hoy será la capilla del Santísimo.

Una novedad, ha sido la apertura del pórtico y portada sur. Para hacer el micropilotaje de esa zona hubo que repararla porque también amenazaba ruina. Esta intervención nos llevó a recuperarla.

Una obra que en principio iba a durar unos meses para el micropilotaje y la pintura, se ha extendido en la ejecución, el tiempo y el presupuesto. Esta gran obra nunca hubiera sido posible sin la intervención de la Diócesis y el apoyo incondicional de nuestro arzobispo D. Francisco Pérez y del ecónomo diocesano D. Carlos Ayerra, por lo que les trasmito en nombre de toda la parroquia nuestro más sincero agradecimiento. También quiero agradecer a tantas arguedanas y arguedanos y a tantas personas que habéis colaborado con vuestros donativos acogiéndoos al mecenazgo. Por otra parte quiero también agradecer que el M.I. Ayuntamiento de Arguedas nos ha mostrado siempre su apoyo y nos ha facilitado todos los trámites necesarios para llevarla a cabo.

  Claro está que esto todavía no se ha terminado, es necesario que todos sigamos aportando para que poco a poco podamos hacer frente a esta deuda.

Cuando esta obra parecía imposible de llevarla a cabo, a la hermana Mª José se le ocurrió la feliz idea de poner esta gran obra en manos de San Pablo VI. Él cuando llegó a su diócesis de Milán tenía que construir 72 parroquias y consiguió realizarlas. Entonces la encomendamos a San Pablo VI y nos pusimos en oración. Hoy, esta obra la vemos realizada y daremos culto a este gran Santo Papa cuya imagen entraremos en procesión.

Ya veis la inmensidad de la obra y lo espectacular que ha quedado. Ahora nos queda disfrutarla. El templo está ultimado y preparado para lo importante: Nuestra vivencia de Fe como comunidad cristina en Arguedas. Os animo a que todos juntos sigamos caminando en el Espíritu, como pueblo de Dios e iglesia de Jesucristo.

Iglesia-Arguedas-Renaovada-2022-4_33A2589Un poco de historia

La parroquia presenta hoy algunos cambios con respecto a cómo se encontraba antes de las últimas obras. Aparte de la nueva entrada por el arco este, en el interior, el retablo de la Virgen del Rosario se ha trasladado a la capilla de enfrente donde antes estaba la imagen del Ecce Homo. En este lugar se ha colocado delante el sagrario, adornado con varias velas y la compañía de la imagen de la Virgen del Pilar.

El retablo principal del presbiterio también presenta una novedad como es el intercambio de las imágenes de San Pedro y del arcángel San Miguel clavando la lanza al diablo. San Pedro se encuentra ahora en la hornacilla inferior de la derecha (izquierda si se mira de enfrente) y San Miguel ha pasado a ocupar la hornacilla central de la zona más alta. Además, encima del arco del sagrario se ha colgado un precioso cuadro.

Como decimos, éste es el tercer edificio de parroquia que se construye en este terreno de la localidad. Según recoge el libro Retazos históricos, vocabulario de Arguedas, escrito por Ángel Jiménez Mendigacha (DEP) y editado en 1986, la primera iglesia dedicada a San Esteban Protomártir y existente en el año 1084 nos queda la referencia que de ella hacen las crónicas de la reconquista de Arguedas.

La segunda iglesia, construida después de la reconquista, sabemos por la documentación existente que fue donada por el rey Sancho Ramírez en el año 1093 a los monjes del monasterio de San Ponce de Tomeras, que la administraron hasta el año 1461. Este segundo templo estaba orientado casi de oeste a este y su portada principal se abría en el muro que daba al este -lo que actualmente es la capilla de la epístola que hasta las obras contenía el retablo de la Virgen del Rosario donde ahora se ha colocado la puerta principal-.

Y esta puerta fue la única que se respetó cuando se hizo la tercera construcción de la que es la actual parroquia. El anterior edificio tuvo que ser demolido por su mal estado de conservación (mismo problema que ha tenido el actual edificio por el suelo inestable y los 462 años que tiene). El edificio de la actual iglesia comenzó a construirse en 1560 y las obras duraron varios años. El valor de aquellas obras fue de 2.297 ducados y 8 reales de plata. La torre se levantó posteriormente junto a la parroquia en 1608 y las obras concluyeron cuatro años después, en 1612. Se utilizó el mismo material con el que se levantó la parroquia.

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